#05 | EL AMANTE
DIR. LUCA GUADAGNINO | 2009 | Italia
"¡Yo soy divino! ¡Yo soy el olvido!
Yo soy el Dios que baja al mundo
del Cielo, y hace de la Tierra
¡un paraíso! ¡Ah!
Yo soy el amor, el amor, el amor..."
(fragmento de La mamma morta (La madre muerta), aria de la ópera Andrea Chénier de Umberto Giordano de 1896)
Ver "El Amante" (I am Love, 2009) implica sumergirse en un mundo de ensueño. No solo por la manera en la que su director, Luca Guadagnino, eligió filmarla, con una belleza delicada, exquisita y sensual, sino también por el entorno y las locaciones en las que fue rodada, que nos introducen a un espacio de otro tiempo, majestuoso, alejado de la vida urbana exterior actual.
La historia sigue a los Recchi, una familia que pertenece a la gran burguesía industrial lombarda y que vive en Milán, en una lujosa casa, en donde se realizan grandes reuniones familiares y exclusivas fiestas. El círculo familiar se compone de Eduardo Tancredi, su mujer Emma, una inmigrante rusa plenamente integrada en la cultura del lugar, sus hijos Elisabetta, Edoardo y Gianluca, los compañeros y prometidos de éstos y los abuelos. En uno de los elegantes salones de la casa se produce la reunión familiar que marca el inicio de una de las líneas argumentales del film: el traspaso del negocio familiar a manos de Eduardo y su hijo Edo. Pero el verdadero conflicto se desatará en otro lado, lejos del lujo y la opulencia, cuando el joven cocinero Antonio se cruce con Emma y surja entre ellos una pasión irremediable que los llevará a romper todas las ataduras, a costa de pagar un alto precio.
Uno de los protagonistas en esta película es, sin duda, la casona en la que fue filmada la mayor parte del film. En lugar de construir, como suele hacerse, una casa a partir de fragmentos de varias locaciones, el director eligió un solo espacio: la Villa Necchi Campiglio. Diseñada y construida por el arquitecto Piero Portaluppi entre los años 1932 y 1935, la villa es un icono del racionalismo italiano. Su nombre lo obtiene de sus dueños, Angelo Campiglio y su esposa, Gigina Necchi, una importante familia de industriales lombardos. La historia de este lugar no es simplemente anecdótica, ya que Luca se inspiró, en gran parte, en esta familia, para crear a los Recchi.
La película es un festín visual, no solo por la casa, sino por la capacidad cinematográfica del director de transmitir los deseos y ansias de los personajes a través de la imagen y el montaje, reforzando el conjunto a través de una maravillosa banda sonora compuesta por canciones de John Adams. El film no trata sobre la lucha de poder o la división entre ricos y pobres, en realidad lo que pone en conflicto es la puja entre tradición y sentimiento. Emma abandonó por años sus deseos y pulsiones más profundas para encajar en el rol que la familia Recchi le había otorgado, sin nunca cuestionárselo. El encuentro con Antonio y la conexión que establecen, sobre todo a partir de la comida, despierta en ella una pasión que no sabía que tenía, que la impulsa a aceptar y abrazar sus propias necesidades, más allá de todo límite e imposición.
TEXTO: Daniela Squarisi
FOTOGRAFÍA: 'I am love' original.