#01 | PARIS,TEXAS

04.09.2020

DIR. WIM WENDERS | 1984 | Franco-alemana 

"Ella le dijo que soñaba con escapar. Eso era todo lo que soñaba: escapar." 

El sonido de una guitarra pausada, triste y misteriosa nos introduce a un plano aéreo de un paisaje texano desértico. Abajo, se ve una pequeña figura, un hombre solitario, caminando sin rumbo. Así comienza la película ´París, Texas´, estrenada en el año 1984 y dirigida por Wim Wenders. La música, compuesta por Ry Cooder, transmite con simplicidad, la soledad y los silencios, no sólo de los protagonistas, sino también de los paisajes que vemos a lo largo del film: desiertos, rutas, autopistas, moteles baratos y suburbios poco transitados.

En su libro "La Lógica de las Imágenes", Wim Wenders escribe que sus películas suelen comenzar con mapas en lugar de guiones. Para este film, el mapa elegido fue el de Estados Unidos. La intención de Wenders era realizar una película sobre Norteamérica, especialmente sobre el imaginario norteamericano representado en las películas del género Western y en las Road Movies o películas de carretera. El paisaje, por lo tanto, se volvió un personaje más. Rodada en su totalidad en escenarios reales, Wenders y su director de fotografía, Robby Müller, buscaron resaltar la gama tonal que encontraron en las locaciones, destacando ciertos colores, como los azules, rojos, verdes y amarillos.

La historia de ´París, Texas´ sigue a Travis, un hombre que, habiendo desaparecido por cuatro años sin explicación, reaparece en el medio del desierto, perdido y sin aparente memoria de cómo llegó allí. Se reencuentra con su hermano y la esposa de éste, quienes han estado al cuidado de su hijo, Hunter, que ha sido dejado en custodia por su madre. A medida que el personaje comienza a hacer las paces con su pasado, decidirá partir en búsqueda de su esposa desaparecida, para lograr reunirla con su hijo y poder, al fin, corregir sus errores. A partir de esta configuración, Wenders y el guionista Sam Shepard, producen una poderosa reflexión sobre las relaciones, los códigos de masculinidad y el mito de la familia estadounidense, así como una maravillosa exploración visual de un vasto y desmoronado mundo de cañones y carteles de neón.

La película posee todos los ingredientes para crear una gran obra: una banda sonora poética y solitaria, un guión del dramaturgo y actor Sam Shepard, una magnífica fotografía a cargo de uno de los mejores directores de fotografía que existieron, Robby Müller y las notables actuaciones de Harry Dean Stanton y Nastassja Kinski. Una escena en donde estos elementos se ponen en juego de manera magistral es hacia el final del film, cuando Travis y Jane, su esposa, logran comunicarse a través del vidrio-espejo del peep-show donde ella trabaja. Compuesta simplemente por dos monólogos de los personajes, la escena refleja la maestría y la complementariedad del trabajo en equipo de los actores, el director de fotografía y el realizador, logrando un clímax exquisitamente poético y desgarrador.


TEXTO: Daniela Squarisi

FOTOGRAFÍA: 'París, Texas' original. Janus Films